Conocé el proyecto que rescata maíces nativos en el Noroeste Argentino y su impacto cultural y agrícola en la Quebrada de Humahuaca, Jujuy.
En el corazón del Noroeste Argentino, un proyecto multidisciplinario está reviviendo y preservando una herencia agrícola ancestral. Desde 2018, el Centro Universitario Tilcara (FFyL-UBA) ha liderado el Programa “Recuperación, Conservación, Multiplicación y Difusión de Maíces Nativos del Noroeste Argentino”, en colaboración con la Facultad de Agrarias-UBA y otras entidades locales.
A través de acciones concretas y una extensa red de colaboradores, el proyecto busca rescatar y multiplicar variedades de maíces nativos que se enfrentan a la extinción, al tiempo que promueve la agricultura familiar y la preservación de la biodiversidad agrícola.
Rescate de semillas y legado cultural
El proyecto se inspira en el trabajo pionero del ingeniero agrónomo Julián Cámara Hernández y su equipo, quienes durante décadas recolectaron y conservaron muestras de maíces nativos en todo el Noroeste Argentino. Esta invaluable colección, que abarca 22 razas de maíz nativo, es la base del proyecto, junto con las semillas locales y tradicionales preservadas por los trabajadores del Centro Universitario Tilcara.
Según Rosario Dassen, del Centro Universitario Tilcara (FFyL-UBA), el proyecto nace como una continuación del legado de Cámara Hernández: “Se fusionan ambas colecciones, se genera un banco de semillas y se empieza a trabajar en las parcelas del Pucará multiplicando sobre todo aquellas variedades de maíces en extinción para obtener mayor semilla y con la mayor pureza, entre comillas, que se podía lograr de estas variedades que se estaban perdiendo.”
Trabajo en red y agricultura familiar
Una de las características distintivas del proyecto es su enfoque en la colaboración y la participación comunitaria. Se trabaja en estrecha colaboración con el Instituto de Agricultura Familiar, Indígena y Campesina (INAFCI), la cooperativa Cauqueva y la Unión de Pequeños Productores Agricultores de Jujuy (UPPAJ). Este enfoque permite llegar a las familias agricultoras locales y trabajar en la multiplicación de semillas en sus propias parcelas.
Rosario Dassen destaca la importancia de este trabajo en red: “Es un proyecto muy amplio donde desde cada institución, sea la facultad de agronomía de la Universidad de Buenos Aires, el Centro Universitario Tilcara, también de la UBA, la cooperativa Cauqueva, el INAFCI y cada una de las familias implicadas en este en este proyecto […] hay mucha gente implicada y que se va sumando a cada una de estas propuestas.”
Desafíos y perspectivas futuras
A lo largo de su desarrollo, el proyecto ha enfrentado desafíos significativos, desde la capacidad germinativa de las semillas hasta la falta de financiamiento. Sin embargo, el compromiso y la colaboración de todas las partes involucradas han permitido superar estos obstáculos y avanzar hacia la recuperación y multiplicación de las variedades de maíz nativo.
Dassen señala: “En la actualidad nos vemos con esta imposibilidad, primero con el cierre del INAFCI. Realmente es como un golpe fuertísimo todo este trabajo porque la técnica en particular, el apoyo del INACFI, la técnica en particular que trabajaba en esa articulación con el grupo de Quinoeros de la Quebrada de Humahuaca, con la UPPAJ y con el territorio, se quedó sin trabajo, fue desafectada y ya no podemos contar con financiamientos.”
A pesar de estos desafíos, el equipo del proyecto mira hacia el futuro con optimismo, con el objetivo de seguir fortaleciendo el trabajo en red, multiplicando semillas y difundiendo la importancia cultural, agrícola y ambiental de las variedades de maíz nativo.
Seguridad alimentaria y revitalizando prácticas agrícolas tradicionales
El impacto del proyecto “Maíces Nativos del Noroeste Argentino” va más allá de la preservación de semillas. Además de salvaguardar la diversidad genética de los maíces nativos, está contribuyendo a la seguridad alimentaria, promoviendo la soberanía alimentaria y revitalizando las prácticas agrícolas tradicionales. A medida que se multiplican las semillas y se fortalece la red de agricultores, se crea un tejido comunitario más sólido y resistente.
Con respecto al futuro, el proyecto tiene grandes expectativas para el año 2024 y más allá. Se espera continuar expandiendo la red de colaboradores, llegando a más comunidades y multiplicando aún más las semillas. También se planea intensificar los esfuerzos de difusión y concientización sobre la importancia de los maíces nativos y la agricultura familiar.
Además, el proyecto tiene como objetivo abordar los desafíos emergentes, como la falta de financiamiento y el cierre de instituciones clave. Se buscarán nuevas fuentes de financiamiento y se explorarán estrategias alternativas para garantizar la sostenibilidad a largo plazo del proyecto.
“Maíces Nativos”: Legado para las generaciones futuras
En última instancia, el proyecto “Maíces Nativos del Noroeste Argentino” es mucho más que un esfuerzo científico o agrícola. Es un tributo a la riqueza cultural y biológica de la región, así como un legado para las generaciones futuras. A través del trabajo conjunto y la colaboración, se está escribiendo una nueva historia de resiliencia y preservación en el corazón del Noroeste Argentino.
En un mundo donde la agricultura industrial y los monocultivos amenazan la diversidad genética, proyectos como este son un recordatorio poderoso de la importancia de proteger y valorar nuestras semillas nativas. Con el compromiso continuo de todos los involucrados, el futuro de los maíces nativos del Noroeste Argentino parece más brillante que nunca.
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