El gobierno de Jujuy ha decidido desdoblar las elecciones provinciales, programadas para el 11 de mayo de 2025, lo que ha generado un fuerte rechazo en diversos sectores de la sociedad. La medida, que busca elegir a 24 diputados provinciales y otros representantes locales, ha sido calificada como una «irresponsabilidad absoluta» por legisladores y ciudadanos que consideran que el costo de este proceso electoral es exorbitante y que los recursos deberían destinarse a resolver problemas urgentes en la provincia.
Un decreto polémico
El Decreto Nº 2700-G/2025, firmado por el gobernador Carlos Sadir, establece la convocatoria a elecciones en un contexto de creciente descontento social. La decisión de desdoblar las elecciones, que se venía especulando en los últimos meses, ha sido confirmada oficialmente, pero no sin generar críticas. El legislador nacional por La Libertad Avanza, Manuel Quintar, ha expresado su preocupación por el costo que implicará este desdoblamiento, estimado en 4.000 millones de pesos. Quintar ha señalado que este gasto es inaceptable, especialmente en un momento en que los empleados públicos de Jujuy enfrentan salarios bajos y la población sufre por la falta de servicios básicos.
Críticas a la decisión del gobierno
La decisión de adelantar las elecciones ha sido recibida con escepticismo y desconfianza. Muchos ciudadanos sienten que el gobierno está más preocupado por mantener su hegemonía parlamentaria que por atender las necesidades de la población. La falta de consulta previa a la ciudadanía y la ausencia de un enfoque en las prioridades sociales han llevado a un clima de indignación. La percepción general es que el desdoblamiento electoral es un intento superficial de distraer a la población de los problemas reales que enfrenta la provincia.
Un gasto que podría haberse evitado
El costo del desdoblamiento electoral no solo afecta a las arcas provinciales, sino que también impacta en los partidos políticos y en los ciudadanos que desean participar en el proceso electoral. Quintar ha enfatizado que este gasto podría haberse utilizado para mejorar la infraestructura, la seguridad y otros aspectos críticos que afectan a la población. La decisión del gobierno de destinar recursos a un proceso electoral en lugar de abordar las crisis crónicas que enfrenta Jujuy es vista como un desvío de fondos que podría haber tenido un impacto positivo en la calidad de vida de los jujeños.
La desconexión del gobierno con la realidad
La decisión de desdoblar las elecciones también pone de manifiesto la desconexión del gobierno con la realidad de los ciudadanos. En un contexto donde la pobreza y el desempleo son problemas acuciantes, la obsesión por mantener el control político parece primar sobre la atención a las necesidades básicas de la población. La falta de un enfoque en las prioridades sociales ha llevado a un creciente descontento, y muchos ciudadanos se preguntan si el 12 de mayo realmente traerá algún cambio significativo en sus vidas.
La necesidad de un cambio real
La situación actual en Jujuy exige un cambio real en la forma en que se gestionan los recursos y se abordan las necesidades de la población. La gente está cansada de promesas vacías y de decisiones que no reflejan sus inquietudes. Es fundamental que los ciudadanos elijan a representantes que estén dispuestos a trabajar en políticas efectivas que respondan a las demandas de la sociedad. La desconexión del gobierno con la realidad de los jujeños es un llamado a la acción para que la población exija un cambio en la forma en que se gobierna la provincia.
Conclusión
El desdoblamiento de las elecciones en Jujuy, lejos de ser una solución a los problemas que enfrenta la provincia, se presenta como un gasto innecesario que podría haber sido evitado. La falta de atención a las necesidades de la población y la obsesión por mantener el control político son factores que generan un creciente descontento social. Es fundamental que los ciudadanos se movilicen y exijan un cambio real en la gestión de los recursos y en la atención a sus necesidades. La fecha del 11 de mayo no debe ser solo un momento de elecciones, sino un punto de inflexión para que los jujeños se hagan escuchar y demanden un gobierno que realmente se preocupe por su bienestar.
La voz de la ciudadanía
En este contexto, es crucial que la voz de la ciudadanía se escuche con fuerza. Las marchas y protestas que han tenido lugar en Jujuy en los últimos meses son un reflejo del descontento generalizado. Los ciudadanos están cansados de ser ignorados y de ver cómo sus necesidades son relegadas a un segundo plano en favor de intereses políticos. La falta de diálogo entre el gobierno y la población ha creado un abismo que es necesario cerrar.
Manuel Quintar, en sus declaraciones, ha subrayado que la situación actual es insostenible. «La gente no puede seguir esperando cambios que nunca llegan. Necesitamos un gobierno que escuche y actúe en consecuencia», afirmó. Esta necesidad de un cambio en la forma de gobernar es compartida por muchos jujeños que sienten que sus voces no son tenidas en cuenta.
La importancia de la participación ciudadana
La participación ciudadana es fundamental para el fortalecimiento de la democracia. En este sentido, es vital que los jujeños se involucren en el proceso electoral y exijan a los candidatos que presenten propuestas concretas para abordar los problemas que afectan a la provincia. La apatía y el desinterés solo perpetúan un ciclo de ineficiencia y desconexión entre el gobierno y la población.
El desdoblamiento de las elecciones debería ser una oportunidad para que los ciudadanos reflexionen sobre su papel en la democracia y la importancia de elegir representantes que realmente se comprometan a trabajar por el bienestar de la comunidad. La elección del 11 de mayo no debe ser vista como un mero trámite, sino como una oportunidad para exigir un cambio real.
Un futuro incierto
A medida que se acerca la fecha de las elecciones, el futuro de Jujuy se presenta incierto. La decisión de desdoblar las elecciones ha generado un clima de tensión y desconfianza que podría tener repercusiones en el resultado electoral. Si el gobierno no logra conectar con las necesidades de la población, es probable que enfrente una fuerte resistencia en las urnas.
La historia reciente de Jujuy ha estado marcada por la lucha de los ciudadanos por ser escuchados. La elección del 11 de mayo podría ser un momento decisivo en esta lucha. Los jujeños tienen la oportunidad de expresar su descontento y exigir un cambio en la forma en que se gobierna la provincia. La clave estará en la capacidad de la ciudadanía para movilizarse y hacer valer su voz.
Reflexiones finales
El desdoblamiento de las elecciones en Jujuy es un tema que trasciende el ámbito político y se adentra en el terreno de la vida cotidiana de los ciudadanos. La decisión del gobierno de adelantar las elecciones, en lugar de abordar las necesidades urgentes de la población, es un claro indicativo de la desconexión que existe entre los dirigentes y la realidad de los jujeños.
Es fundamental que los ciudadanos tomen conciencia de su poder y se involucren activamente en el proceso electoral. La elección del 11 de mayo no debe ser solo una oportunidad para elegir representantes, sino un momento para exigir un cambio en la forma de gobernar. La participación ciudadana es la clave para construir un futuro mejor para Jujuy, donde las necesidades de la población sean atendidas y donde la política esté al servicio del bienestar común.

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