Incidentes en Libertador: Policías y obreros de la UOCRA se enfrentaron tras el reclamo por la reactivación de obras públicas.
La ciudad de Libertador General San Martín, en Ledesma, fue escenario de tensiones entre la Policía y trabajadores de la construcción agremiados en la UOCRA. La causa principal de la manifestación fue la paralización de obras públicas, lo que generó una protesta que terminó en represión.
El conflicto, que incluyó enfrentamientos con balas de goma, dejó un saldo de heridos entre efectivos policiales y manifestantes, además de una serie de declaraciones que reflejan las tensiones entre las partes involucradas.
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Los hechos en Libertador: un corte de ruta que derivó en enfrentamientos
El incidente ocurrió este martes 17 por la mañana, cuando un grupo de aproximadamente 80 trabajadores de la UOCRA cortó parcialmente la Ruta Nacional 34 en las inmediaciones de la ciudad de Libertador General San Martín.
El reclamo principal de los obreros fue la reactivación de obras públicas paralizadas, como el Hospital Regional «Oscar Orías». Desde hace meses, las construcciones están detenidas debido a problemas financieros que enfrentan tanto el gobierno provincial como la empresa encargada de las obras.
La protesta comenzó cerca de las 9:30 de la mañana, cuando los obreros se movilizaron desde la sede de su sindicato en el barrio Virgen de la Merced, siguiendo la avenida Tilcara hasta la Ruta Nacional 34. De acuerdo con el relato de los propios manifestantes, su intención inicial no era bloquear completamente la ruta, sino cortar media calzada para visibilizar sus demandas sin interrumpir por completo el tránsito vehicular. Sin embargo, las tensiones escalaron rápidamente.
Intervención policial y el inicio de los incidentes
Aproximadamente a las 10:30, según fuentes policiales, los efectivos de la Unidad Regional IV de Jujuy arribaron al lugar para intentar disuadir a los manifestantes. Se les notificó que el corte de rutas está prohibido tanto por la Constitución Provincial como por las leyes nacionales. Los efectivos policiales, que incluyeron a personal de Infantería y Caballería, intentaron negociar con los trabajadores para que se retiraran del camino y permitiesen el libre tránsito.
Sin embargo, los manifestantes se resistieron a abandonar la ruta, lo que provocó el inicio de los enfrentamientos. De acuerdo con la versión policial, los obreros comenzaron a lanzar piedras y objetos contundentes hacia los agentes, lo que desencadenó la respuesta de las fuerzas de seguridad con balas de goma. Durante varios minutos, se registraron escenas de gran tensión en el lugar, con dos enfrentamientos que resultaron en heridos leves de ambos lados. Al menos cuatro policías y varios trabajadores terminaron lesionados, aunque ninguno de ellos de gravedad.
«La policía nos reprimió, tenemos compañeros heridos con balas de goma», afirmó Juan Ortega, titular de la UOCRA de Libertador General San Martín, en una entrevista concedida al diario El Tribuno de Jujuy. Según Ortega, la represión fue desproporcionada, ya que la intención de los trabajadores era realizar un corte pacífico y por un lapso limitado de tiempo. Agregó que varios de sus compañeros tuvieron que ser atendidos en hospitales y enfermerías debido a las heridas provocadas por las balas de goma.
Contexto del reclamo: paralización de las obras públicas
El conflicto tiene raíces profundas que van más allá del enfrentamiento puntual. Según el secretario general de la UOCRA Jujuy, Ramón Neyra, la situación laboral en Libertador General San Martín es «muy complicada».
La obra pública en la región está prácticamente detenida desde hace meses debido a una deuda que el Estado provincial mantiene con la empresa constructora encargada de los proyectos. Las obras del Hospital Regional de Libertador General San Martín, una de las más importantes en la zona, se han paralizado completamente, y de los 320 obreros que trabajaban inicialmente, ahora solo quedan 25.
«Está todo paralizado porque dieron de baja a muchos compañeros», explicó Neyra en una entrevista con El Submarino Radio. Aunque destacó que la empresa ha hecho un esfuerzo para mantener al día los pagos de los pocos trabajadores que aún permanecen en sus puestos, reconoció que la situación es insostenible a largo plazo. Los atrasos salariales y la falta de trabajo para cientos de afiliados de la UOCRA han exacerbado la frustración de los obreros, que dependen de estas obras para subsistir.
La paralización de las obras no solo afecta a los trabajadores directos de la construcción, sino también a la comunidad en general. Según Neyra, proyectos fundamentales para mejorar la calidad de vida en la región, como la construcción del hospital regional, la ampliación de la Escuela Normal y la planta de tratamiento de líquidos cloacales, están en espera de financiación y reanudación.
Reacciones y denuncias tras el enfrentamiento
La represión policial en Libertador no pasó desapercibida. Diversas organizaciones sociales y sindicatos de Jujuy, como el CEDEMS, el SOEAIL y la UATRE, manifestaron su repudio a la violencia ejercida por la Policía provincial y expresaron su solidaridad con los obreros de la UOCRA.
En un comunicado, denunciaron que el gobierno de Carlos Sadir está utilizando tácticas represivas para acallar las demandas de los trabajadores, comparando los operativos policiales con los «protocolos represivos» implementados a nivel nacional por el gobierno de Javier Milei.
La Izquierda Diario publicó un extenso artículo en el que se relata cómo los 200 obreros (otras fuentes estimaban 80) que participaron en la protesta fueron «apaleados y baleados» por la policía provincial. El artículo de corte trokista hace un llamado a la solidaridad sindical y social para apoyar las medidas de lucha de la UOCRA hasta que se logre la reactivación de las obras públicas. «Es necesario rodear de solidaridad concreta cada medida de lucha», señala el artículo, y destaca que la paciencia de los obreros está llegando a su límite.
Las declaraciones de los dirigentes gremiales también apuntan a la responsabilidad del gobierno provincial en el conflicto. Según Neyra, aunque desde mayo de 2024 el gobierno de Sadir ha prometido en reiteradas ocasiones la reactivación de las obras, hasta el momento esas promesas no se han materializado. «Hay un diálogo constante», afirmó el sindicalista, pero la falta de acción concreta ha generado desconfianza entre los trabajadores, que ven cómo sus condiciones laborales empeoran cada día.
Las obras pendientes y la incertidumbre laboral
Uno de los principales puntos de reclamo de los obreros es la finalización de las obras públicas que se encuentran detenidas. Además del Hospital General de Ledesma, que está a medio construir, otras obras de infraestructura clave para la región también han quedado paralizadas. Entre ellas, la construcción de viviendas en el barrio 28 Hectáreas de Calilegua, el edificio propio del Instituto de Educación Superior N°10 y la planta de tratamiento de agua potable.
La falta de avance en estos proyectos ha dejado en una situación crítica a cientos de familias de la región, muchas de las cuales dependen de los trabajos temporales en la construcción para subsistir. De los 800 afiliados de la UOCRA en la zona, aproximadamente 600 están actualmente desempleados, y la mayoría sobrevive gracias a trabajos informales o al fondo de desempleo. La situación económica en el departamento Ledesma, por lo tanto, es precaria, con niveles de desempleo alarmantes.
El reclamo de los obreros es claro: trabajo genuino y la reactivación de las obras públicas. Según las declaraciones de los dirigentes de la UOCRA, las obras no solo son necesarias para generar empleo, sino también para mejorar las condiciones de vida de la comunidad. La paralización de estos proyectos está afectando directamente la calidad de los servicios públicos en la región, como la salud, la educación y el acceso a servicios básicos como el agua potable y el saneamiento.
Un conflicto en desarrollo
El conflicto en Libertador General San Martín es parte de un panorama más amplio de tensiones laborales y sociales que se están viviendo en todo el país. La falta de reactivación de las obras públicas, las promesas incumplidas por parte de las autoridades provinciales y nacionales, y la utilización de la represión como respuesta a los reclamos han contribuido a agravar una situación que ya era delicada.
Los trabajadores de la UOCRA de Libertador han dejado claro que no están dispuestos a renunciar a sus derechos y que continuarán con las protestas hasta que se encuentren soluciones concretas a sus demandas. Las organizaciones sindicales y sociales de la región han expresado su respaldo a esta lucha, y es probable que en los próximos días se realicen nuevas manifestaciones en apoyo a los obreros.
La reactivación de las obras públicas es fundamental no solo para mejorar las condiciones de vida de la comunidad, sino también para generar empleo y brindar estabilidad a cientos de familias que dependen de la construcción. El diálogo entre las partes involucradas será clave para evitar que el conflicto se agrave aún más y para garantizar que los derechos de los trabajadores sean respetados.
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