Por el encuentro de vuelta del certamen Europeo, los «Blues» ganaron 2-0 al equipo «Merengue» y son finalistas junto al Manchester City
En el epicentro de Stamford Bridge el conjunto dirigido por Thomas Tuchel fue arrodallor ante su rival y lo superó en todos los sectores de la cancha.
A raíz de potencia física, verticalidad en el juego y contundencia en las situaciones generadas el Chelsea adorno una victoria para su vidriera y llegó, de esta manera a su tercera final de Champions en su historia.
Asimismo, el primero tiempo del duelo en Londres, comenzó con una notable diferencia en favor de los azules, en cuanto a la iniciativa y las intenciones de llegar al arco contrario, todo ello a través de su dupla explosiva en el ataque, Timo Werner y Kai Havertz que terminaron de complicar una endeble defensa blanca sin reacción.
Por consiguiente el primer gol se produciría a los 28′ de la primera etapa luego de un balón recuperado por la figura de N’Golo Kanté, que desde la salida asistió a Kai Havertz quién se la pinchí a Thibaut Courtois para que el travesaño le brinde un pase a la cabeza a Werner, que solo debió empujarla.
A partir de allí en los tramos posteriores del partido, los alumnos de Zinedine Zidane estuvieron lentos con la pelota en los pies y todas sus jugadas eran interceptadas e intuidas por un mediocampo sin fisura ni desorganización.
Así, con reiteradas llegas y un Courtois que se había convertido en figura, el equipo «Blue» pudo liquidar la contienda gracias a una asistencia de Pulisic por el sector derecho, para que asista a la zona del área chica a Mason Mount y decretar finalmente el 2-0 y el 3-1 global.
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