El Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de Jujuy informó que refuerza los controles de ingreso al Parque Provincial Potrero de Yala y otras áreas protegidas de la provincia mediante un protocolo establecido en la Resolución N°101/2025. La medida busca proteger la biodiversidad local y garantizar la seguridad de visitantes tras el reciente incendio forestal en el Cerro Azul, que puso en evidencia los riesgos asociados al ingreso no regulado a estos espacios naturales.

La normativa, emitida por la Secretaría de Biodiversidad y Desarrollo Sustentable, establece requisitos obligatorios para todas las personas y empresas que deseen realizar actividades turísticas, recreativas o deportivas dentro del Parque Potrero de Yala, uno de los espacios naturales más visitados de la región y ubicado en las cercanías de San Salvador de Jujuy.
Inscripción obligatoria para ingresar al parque

Según lo establecido en la resolución vigente, todas las personas físicas y jurídicas que planeen desarrollar actividades de turismo, trekking, acampe, guiado o transporte dentro del Parque Provincial Potrero de Yala deberán inscribirse de manera obligatoria en la Dirección de Biodiversidad y Áreas Protegidas del ministerio provincial.
Este registro no es opcional: constituye una condición indispensable para operar legalmente en las áreas protegidas de Jujuy. La inscripción permite a las autoridades mantener un control actualizado de quiénes ingresan al parque, qué actividades realizan y bajo qué condiciones, garantizando que todas las prácticas se ajusten a criterios de sostenibilidad ambiental y seguridad.
La directora de Protección a la Biodiversidad y Áreas Protegidas, Malvina Quintana, explicó que la medida responde a la necesidad de ordenar el flujo de visitantes y prevenir situaciones de riesgo. «Este tipo de normas buscan prevenir y evitar situaciones como el incendio forestal que se originó en el Cerro Azul, donde el fuego que se produjo al extraviarse una persona, puso en riesgo no sólo la flora y fauna nativa, sino también la seguridad de las comunidades cercanas y de los equipos de trabajo que ascendieron a sofocar el incendio», afirmó la funcionaria.
Contexto: el incendio del Cerro Azul

El incendio forestal en el Cerro Azul, ocurrido recientemente y de amplio conocimiento público, marcó un punto de inflexión en la gestión de las áreas naturales protegidas de la provincia. Según las autoridades, el fuego se habría originado cuando una persona se extravió en la zona, lo que desencadenó un siniestro que amenazó tanto la flora y fauna nativa como la seguridad de las comunidades cercanas y de los equipos de emergencia que debieron ascender para combatir las llamas.
Este episodio evidenció las consecuencias que puede tener el ingreso descontrolado a zonas de alto valor ecológico, especialmente en temporadas de riesgo de incendios o en condiciones climáticas adversas. La falta de registro formal de quiénes ingresan al parque dificulta las tareas de búsqueda y rescate, y aumenta la exposición de los visitantes a situaciones peligrosas.

El Parque Provincial Potrero de Yala, ubicado a pocos kilómetros de la capital jujeña, es uno de los destinos naturales más populares de la región. Sus senderos de montaña, paisajes de bosque nativo y biodiversidad única atraen a miles de turistas y deportistas cada año. Sin embargo, esa popularidad también implica una mayor presión sobre el ecosistema y mayores riesgos si no se implementan medidas de control adecuadas.
Objetivos de la normativa provincial

La Resolución N°101/2025 tiene como propósito central garantizar la conservación de la biodiversidad, reducir los riesgos ambientales y resguardar la integridad física de los visitantes. Para ello, establece disposiciones claras sobre quiénes pueden ingresar al parque, bajo qué condiciones y qué actividades están permitidas.
Entre los objetivos específicos de la normativa se destacan:
Protección de la biodiversidad: El Parque Potrero de Yala alberga especies de flora y fauna nativa características de los ecosistemas de Yungas y zonas de transición. La regulación busca minimizar el impacto humano sobre estos ecosistemas frágiles, evitando prácticas que puedan alterar el equilibrio natural o poner en peligro especies protegidas.
Prevención de incendios forestales: Como quedó demostrado con el caso del Cerro Azul, los incendios forestales pueden tener consecuencias devastadoras. La normativa apunta a reducir este riesgo mediante el control de las actividades que se realizan en el parque, especialmente aquellas que involucran fuego o que se desarrollan en zonas de difícil acceso.
Seguridad de los visitantes: El registro obligatorio permite a las autoridades saber quiénes se encuentran en el parque en cada momento, facilitando las tareas de búsqueda y rescate en caso de emergencias. Además, al regular las actividades permitidas, se busca evitar que los visitantes se expongan a situaciones de riesgo por falta de información o preparación adecuada.
Control de actividades turísticas y comerciales: La inscripción de prestadores de servicios turísticos, guías y empresas de transporte permite al Estado provincial ejercer un control más eficiente sobre las actividades comerciales que se desarrollan en las áreas protegidas. Esto garantiza que los operadores cumplan con estándares de calidad, seguridad y respeto ambiental.
Quiénes deben inscribirse

La obligación de inscripción alcanza a un amplio espectro de actores. Según la normativa, deben registrarse ante la Dirección de Biodiversidad y Áreas Protegidas tanto las personas físicas como las jurídicas que deseen desarrollar las siguientes actividades dentro del Parque Provincial Potrero de Yala:
Actividades turísticas: Incluye cualquier tipo de visita organizada con fines recreativos o de disfrute de la naturaleza, ya sea de manera individual o grupal.
Actividades recreativas: Comprende prácticas deportivas, caminatas, avistaje de aves, fotografía de naturaleza y otras formas de esparcimiento al aire libre.
Guiado turístico: Los guías profesionales o personas que ofrezcan servicios de orientación y acompañamiento a turistas deben estar debidamente registrados.
Trekking y deportes similares: Dada la popularidad del trekking en la zona, la resolución pone especial énfasis en esta actividad y otras de similares características, como el montañismo, trail running o ciclismo de montaña.
Acampe: Quienes deseen pernoctar en el parque deben contar con la autorización correspondiente y estar registrados previamente.
Transporte: Las empresas o particulares que ofrezcan servicios de traslado hacia o dentro del parque también deben cumplir con este requisito.
La amplitud de esta lista refleja la voluntad de las autoridades de tener un control integral sobre todas las actividades que se desarrollan en el área protegida, garantizando que ninguna operación se realice al margen de la ley.
Proceso de inscripción y contacto
Para inscribirse, los interesados deben dirigirse personalmente a la Dirección de Biodiversidad y Áreas Protegidas, ubicada en Republica de Siria N° 147 en la ciudad de San Salvador de Jujuy. El horario de atención es de lunes a viernes, en días hábiles, de 7:30 a 13 horas.
También se puso a disposición de la ciudadanía el teléfono 388 4249261 para realizar consultas o solicitar información adicional sobre el proceso de registro, los requisitos específicos y las actividades permitidas en cada área protegida.
Las autoridades provinciales instan a todos los interesados en visitar el Parque Potrero de Yala a realizar este trámite con anticipación, especialmente en temporada alta o fines de semana largos, cuando el flujo de visitantes aumenta considerablemente.
Importancia del cumplimiento de la normativa

Desde el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático enfatizan que el cumplimiento de esta normativa no es una mera formalidad burocrática, sino una condición irrestricta que refleja el compromiso colectivo de la sociedad jujeña en el cuidado de su patrimonio natural.
El Parque Provincial Potrero de Yala no es solo un destino turístico: es un reservorio de biodiversidad única, que alberga especies que en muchos casos no se encuentran en otras partes del país. Los bosques nativos contenidos en el área protegida cumplen funciones ecológicas esenciales, como la regulación del ciclo del agua, la captura de carbono y la protección de suelos.
Además, estos espacios naturales tienen un valor cultural y social incalculable para las comunidades cercanas, que han convivido con estos ecosistemas durante generaciones y que dependen de ellos para diversas actividades económicas, incluyendo el turismo sustentable.
La directora Quintana recalcó que la normativa busca encontrar un equilibrio entre el derecho de la ciudadanía a disfrutar de estos espacios naturales y la necesidad de protegerlos para las generaciones futuras. «No se trata de prohibir el acceso, sino de ordenarlo, de garantizar que quien ingrese lo haga de manera responsable, consciente de los riesgos y comprometido con la conservación», explicó.
Sanciones por incumplimiento
Si bien la resolución no detalla específicamente el régimen sancionatorio, las autoridades recordaron que existen leyes provinciales y nacionales de protección ambiental que establecen multas y otras penalidades para quienes incumplan las normativas vigentes en áreas protegidas.
El ingreso no autorizado, el desarrollo de actividades prohibidas o el daño al patrimonio natural pueden derivar en sanciones administrativas, económicas e incluso penales, dependiendo de la gravedad de la infracción y de sus consecuencias.
Las autoridades confían en que la mayoría de los visitantes y operadores turísticos comprenderán la importancia de estas medidas y colaborarán voluntariamente con su cumplimiento, evitando así la necesidad de aplicar sanciones.
Otras áreas protegidas alcanzadas por la normativa
Si bien la mayor atención se centra en el Parque Provincial Potrero de Yala debido a su popularidad y a los recientes incidentes, la Resolución N°101/2025 también regula el ingreso y las actividades en otras áreas protegidas de Jujuy.
La provincia cuenta con diversos espacios de conservación, incluyendo reservas naturales, monumentos naturales y áreas de uso múltiple, cada una con características ecológicas particulares y niveles de protección específicos.
Las autoridades del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático adelantaron que en los próximos meses se reforzarán también los controles en estos otros espacios, en el marco de una política provincial más amplia de protección de la biodiversidad y promoción del turismo sustentable.
Reacciones de la comunidad y el sector turístico
La implementación de estos controles genera opiniones diversas. Por un lado, sectores ambientalistas y vecinos de las comunidades cercanas al parque celebran la medida como un paso necesario para frenar la degradación ambiental y prevenir nuevos incendios.
Por otro lado, algunos operadores turísticos y guías independientes expresan preocupación por los posibles costos administrativos y las demoras que podría generar el proceso de inscripción, especialmente en temporada alta.
Sin embargo, desde el gobierno provincial aseguran que el trámite será ágil y sin costos excesivos, y que el objetivo no es obstaculizar la actividad turística sino profesionalizarla y hacerla más segura y sustentable.
Perspectivas a futuro
La implementación de la Resolución N°101/2025 marca el inicio de una nueva etapa en la gestión de las áreas protegidas de Jujuy. Las autoridades anticipan que, en los próximos meses, se desarrollarán protocolos adicionales, se capacitará a los guardaparques y se instalará señalización actualizada en los principales accesos al Parque Potrero de Yala.
También se prevé el desarrollo de una plataforma digital que permita realizar la inscripción de manera online, facilitando así el acceso de visitantes y operadores turísticos de otras provincias o países.
El objetivo final es consolidar a Jujuy como un referente en turismo sustentable y conservación de la biodiversidad, demostrando que es posible compatibilizar el desarrollo económico con la protección del ambiente.
El mensaje de las autoridades es claro: el Parque Provincial Potrero de Yala y las demás áreas protegidas de la provincia son un patrimonio de todos los jujeños, y su cuidado requiere del compromiso y la responsabilidad de cada visitante, operador turístico y ciudadano.

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