En el corazón de la Quebrada de Humahuaca, un paisaje cultural reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, un pequeño pueblo ha logrado una proeza que resuena en todo el mundo. Maimará, una joya jujeña de calles tranquilas y cerros multicolores, ha sido catapultado al escenario global, imponiéndose ante más de 270 candidaturas de 65 países. No solo es un destino de belleza inigualable, sino un ejemplo de desarrollo sostenible y preservación cultural.
Este reconocimiento no es un simple galardón; es la confirmación de que un modelo de turismo basado en la autenticidad, el respeto por la tierra y el protagonismo de su comunidad es el camino a seguir. Para un pueblo que ha vivido durante siglos al ritmo de las estaciones y las cosechas, este es un momento de orgullo histórico que redefine su futuro y fortalece la identidad de toda una región.
La noticia que marcó un antes y un después para el turismo en Jujuy se confirmó el pasado 17 de octubre. El pueblo de Maimará fue oficialmente galardonado como uno de los «Mejores Pueblos Turísticos del Mundo» en la edición 2025 del prestigioso certamen Best Tourism Villages, una iniciativa global organizada por ONU Turismo, el máximo organismo de las Naciones Unidas en la materia. El anuncio se realizó durante una solemne ceremonia internacional celebrada en Huzhou, China, donde Maimará destacó tras un riguroso proceso de selección que evaluó a candidaturas de todo el planeta.
En representación de la comunidad maimareña, la intendente María Susana Prieto viajó hasta China para recibir el galardón, llevando la voz y el orgullo de su gente ante autoridades y expertos internacionales. El éxito argentino en esta edición fue doble, ya que junto a Maimará, también fue distinguida la localidad de Colonia Carlos Pellegrini (Corrientes), consolidando el liderazgo del país en el ámbito del turismo rural a nivel mundial.
Colonia Carlos Pellegrini (Corrientes), también fue distinguida consolidando el liderazgo del país en el ámbito del turismo rural a nivel mundial.
Colonia Carlos Pellegrini (Corrientes), también fue distinguida consolidando el liderazgo del país en el ámbito del turismo rural a nivel mundial.
Las reacciones de las autoridades locales no se hicieron esperar y reflejaron la magnitud del logro. El gobernador de Jujuy, Carlos Sadir, expresó su alegría a través de un mensaje contundente: «Un orgullo para todos los jujeños: Maimará fue reconocida por la ONU Turismo como uno de los pueblos turísticos más lindos del mundo. Muy feliz de que el mundo conozca la identidad cultural, la belleza natural y la calidez de su gente. ¡Felicidades Maimará!».
Por su parte, el Ministro de Cultura y Turismo de Jujuy, Federico Posadas, subrayó la importancia estratégica del premio. «Que Maimará sea reconocido entre los mejores pueblos turísticos del mundo por ONU Turismo es un orgullo inmenso. Este logro, que se impone ante una competencia global de 270 pueblos y 65 países, reafirma que Jujuy es un destino de clase mundial», declaró.
Este reconocimiento histórico abre una nueva página para Maimará, planteando la pregunta fundamental: ¿qué factores hicieron que este rincón de la Quebrada de Humahuaca capturara la atención del mundo?
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Las claves del éxito: ¿Por qué Maimará?
El galardón de ONU Turismo trasciende la mera apreciación estética de un paisaje. Si bien la belleza natural de Maimará es innegable, el premio se fundamenta en una evaluación integral que valora un modelo de gestión equilibrado y sostenible. Los expertos internacionales analizaron a los candidatos en nueve áreas clave, que abarcan desde la sostenibilidad económica y ambiental hasta la gobernanza, la infraestructura turística, y la salud y seguridad. Comprender estos criterios es clave, ya que revelan una fórmula de éxito que puede servir de inspiración para otras comunidades rurales que buscan prosperar sin perder su esencia.
Maimará destacó por una combinación virtuosa de factores que definen su propuesta de valor única:
- Preservación del patrimonio cultural y natural: La comunidad ha demostrado un profundo compromiso con la salvaguarda de sus tradiciones ancestrales. Esto se manifiesta en la conservación de su arquitectura vernácula, con casas de adobe, y en la celebración de rituales como el culto a la Pachamama. El pueblo mantiene una armonía visual y espiritual con el imponente entorno de la Quebrada de Humahuaca.
- Sostenibilidad y gestión responsable: El enfoque hacia el desarrollo turístico está anclado en la responsabilidad ambiental. Los evaluadores valoraron positivamente las prácticas de gestión de residuos, el cuidado del agua como recurso vital y la protección activa de la flora y fauna. El crecimiento se concibe de manera orgánica para no erosionar el ambiente que es su principal activo.
- Desarrollo comunitario y autenticidad: A diferencia de destinos masificados, en Maimará el turismo se integra en el tejido social para generar oportunidades económicas sin desplazar las prácticas cotidianas. Se fomenta activamente el consumo de productos locales, desde las hortalizas de sus quintas hasta las artesanías. Las experiencias ofrecidas son genuinas, priorizando el intercambio humano y cultural.
- Innovación en el desarrollo local: El éxito es el resultado de un trabajo articulado entre autoridades, productores y prestadores de servicios. Esta colaboración ha consolidado una propuesta turística coherente, que planifica el futuro de manera estratégica, como lo demuestra la integración de paradas del nuevo Tren Solar de la Quebrada en la histórica Posta de Hornillos.
La combinación de estos elementos crea un modelo de turismo rural que no solo es sostenible y respetuoso, sino también profundamente atractivo para un viajero global que busca autenticidad y conexión. Maimará ha demostrado que es posible abrirse al mundo sin renunciar a la propia identidad.
Retrato de Maimará: Un viaje al corazón de la Quebrada
Para comprender la esencia de Maimará, hay que situarse en el centro de la Quebrada de Humahuaca, a orillas del río Grande, y levantar la vista. Allí, la geografía no es solo un telón de fondo, sino un protagonista que dialoga constantemente con sus habitantes. El aire es diáfano, el sol tiñe las montañas con una luz cambiante y el silencio solo es interrumpido por el viento o el murmullo de la vida cotidiana. En este pueblo, el tiempo parece transcurrir a otro ritmo, uno marcado por los ciclos de la siembra y la cosecha.
El paisaje que define una identidad
La figura dominante e icónica de Maimará es, sin duda, la Paleta del Pintor. Esta imponente formación montañosa se despliega frente al pueblo como un lienzo monumental, con vetas de colores que van desde los intensos rojizos y ocres hasta los verdes y violáceos. Su apariencia cambia drásticamente según la hora del día, ofreciendo un espectáculo natural inagotable que ha moldeado el espíritu de la comunidad, recordándole a diario su profunda conexión con la tierra.
La vida en el pueblo
La vida en Maimará se desarrolla con una calma que contrasta con los centros turísticos más bulliciosos de la quebrada. Con una población que las fuentes sitúan entre los 3.500 y más de 5.200 habitantes, el pueblo conserva una atmósfera íntima. Sus calles tranquilas están flanqueadas por casas bajas de muros de adobe, techos de teja y ventanas coloridas. La economía local sigue fuertemente ligada a la agricultura, y las quintas familiares producen hortalizas, frutas y flores como rosas y gladiolos que abastecen a los mercados de toda la región.
Cultura viva y tradiciones
La verdadera riqueza de Maimará reside en su patrimonio intangible. Las fiestas patronales, los mercados locales y, sobre todo, el carnaval, son los ejes que articulan la vida social. El carnaval quebradeño estalla aquí con una energía única, donde las comparsas, la música y la alegría transforman el pueblo en una celebración colectiva. Las tradiciones ancestrales se transmiten de generación en generación en la cocina, con platos emblemáticos como el locro, el estofado, las empanadas jujeñas, los tamales y las humitas, y postres como arroz con leche, mazamorra y empanadillas de cayote. La celebración de la Pachamama en agosto es uno de los momentos más solemnes, un ritual de agradecimiento a la Madre Tierra que sigue plenamente vigente.
Con su nueva proyección mundial, Maimará enfrenta ahora el desafío de compartir esta identidad cultural única con el mundo, sin que la mirada externa diluya la autenticidad que hoy se celebra.
El impacto del reconocimiento y el futuro del turismo en la región
La distinción otorgada por ONU Turismo es mucho más que un título honorífico. Para Maimará, representa una poderosa herramienta estratégica que abre un abanico de oportunidades, pero que también conlleva responsabilidades significativas. Este reconocimiento coloca al pueblo en un mapa global, generando expectativas tanto en los futuros visitantes como en la propia comunidad, que ahora se enfrenta al desafío de gestionar el crecimiento de manera inteligente y sostenible.
Beneficios y oportunidades globales
Al recibir este galardón, Maimará se integra formalmente a la Red de Mejores Pueblos Turísticos de ONU Turismo. Esta membresía le otorga acceso a una plataforma de colaboración global invaluable. A partir de ahora, el pueblo podrá intercambiar experiencias y buenas prácticas con otros destinos rurales destacados de todo el mundo. Además, la distinción facilita el acceso a herramientas de formación especializada, asistencia técnica y canales de promoción internacional.
El desafío del crecimiento sostenible
El principal desafío que enfrenta Maimará es preservar el delicado equilibrio que lo hizo merecedor del premio. La clave del futuro radicará en potenciar la visibilidad para atraer visitantes y generar desarrollo económico, pero sin sacrificar aquello que lo hace único: su lenguaje, sus costumbres y la profunda relación de su gente con la tierra. El propio municipio ya recomienda a los visitantes un respeto estricto por la limpieza y el cuidado de los recursos, entendiendo que el turismo debe ser una fuerza para el arraigo.
Contexto nacional y regional
El logro de Maimará no es un hecho aislado. La Quebrada de Humahuaca, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, ya contaba con un pueblo galardonado, Caspalá (2021), lo que reafirma a Jujuy como una provincia líder en turismo sostenible. A nivel nacional, la lista de pueblos argentinos reconocidos por ONU Turismo incluye a La Carolina (San Luis), Trevelin (Chubut), Gaiman (Chubut), Caviahue-Copahue (Neuquén) y Villa Tulumba (Córdoba). Esta serie de reconocimientos no es una coincidencia, sino la evidencia de una estrategia nacional que está consolidando a la Argentina como un referente mundial en un modelo de turismo rural que prioriza la autenticidad, el desarrollo comunitario y la sostenibilidad.
La World Tourism Organization distinguió a Caspalá entre 44 pueblos del mundo
A pesar de su nueva fama mundial, Maimará se esfuerza por seguir siendo fiel a su esencia. Es un lugar donde la vida todavía sigue el ritmo pausado de las estaciones y donde la memoria colectiva es el tesoro mejor guardado.
Información práctica para el visitante
Con su reciente reconocimiento internacional, Maimará se posiciona como un destino aún más atractivo, pero mantiene su carácter de pueblo accesible y preparado para recibir a los visitantes con la calidez que lo caracteriza. Su ubicación estratégica dentro del circuito de la Quebrada de Humahuaca lo convierte en una base ideal para explorar la región.
- Ubicación: El pueblo se encuentra sobre la Ruta Nacional 9, a 77 km al norte de San Salvador de Jujuy, la capital provincial. Está convenientemente situado a solo 8 km al sur de Tilcara y a 19 km al norte de Purmamarca.
- Accesibilidad: Se puede acceder en auto particular a través de la RN 9. También hay servicios regulares de transporte público (autobuses) que conectan la capital y los distintos pueblos de la quebrada. Una nueva y atractiva opción es el Tren Solar, que cuenta con paradas estratégicas en la zona, incluyendo la histórica Posta de Hornillos, muy cerca del pueblo.
- Servicios: Maimará dispone de una buena infraestructura de servicios. Cuenta con una variada oferta de alojamiento, comedores familiares donde se puede degustar la gastronomía local, y mercados para comprar productos frescos. El pueblo también dispone de servicios básicos como una oficina de turismo, una terminal de ómnibus, un hospital y un cajero automático.
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