En un movimiento significativo para el sector energético argentino, Edison Energía S.A., liderada por los hermanos Germán Neuss y Patricio Neuss, ha adquirido el control de la Empresa de Distribución Eléctrica de Tucumán (EDET), la Empresa Jujeña de Energía (EJESA) y Líneas de Transmisión del Litoral (LITSA). Esta transacción, que también incluye la generadora hidroeléctrica CEMPSA en Mendoza, representa una inversión de más de 300 millones de dólares en infraestructura energética durante los próximos cinco años.
La operación busca fortalecer la presencia regional de Edison Energía, optimizar la gestión operativa y garantizar un suministro eléctrico eficiente y sustentable en provincias clave como Tucumán y Jujuy. Según el comunicado oficial de la empresa, «la transacción busca una mejora sustancial en la eficiencia y calidad del servicio para los usuarios».
Un nuevo horizonte para el sector energético
La familia Neuss, que ya opera en el sector a través de la distribuidora de Río Negro Edersa, será responsable de la gestión diaria de EDET y EJESA. Este nuevo holding, creado junto a inversores como Rubén Cherñajovsky, Luis Galli y accionistas de Inverlat Investments, tiene como objetivo dar un giro positivo al sector energético en el país.
«Con esta operación, estamos comprometidos a realizar una inversión significativa en infraestructura energética», afirmaron desde Edison Energía. «Nuestro enfoque es ofrecer soluciones innovadoras y personalizadas a las necesidades de las provincias involucradas, generando empleo y fomentando el crecimiento económico local».
Reacciones de los trabajadores y el sindicato
La noticia de la adquisición ha generado reacciones mixtas entre los trabajadores del sector. Pedro Balizán, secretario general del sindicato de Luz y Fuerza, expresó su sorpresa ante la venta de EJESA. «Nos agarra de sorpresa porque cuando pasan estas cosas, EJESA ya ha cambiado muchas veces de dueño. Uno se entera cuando hay nuevo dueño y no cuando se da la posibilidad de venta», comentó Balizán.
El sindicato ha mantenido conversaciones con las nuevas autoridades y se anticipa que no habrá ajustes significativos en el personal. «Nos han anticipado que no vienen por una reestructuración, sino por una inversión», agregó Balizán.
Implicaciones para el gobierno provincial
La venta de EJESA plantea interrogantes sobre el futuro de las acciones que el Gobierno provincial poseía en la empresa. Hasta ahora, el Estado era titular del 100% de las acciones clase C, que representan el 20% del paquete accionario de EJESA. Según la Ley 4.769 de privatización de la ex Servicios Eléctricos de Jujuy (SEJ), estas acciones debían servir para que la ciudadanía tuviera participación en el control del servicio.
Con el control ahora en manos de Edison Energía, surge la pregunta sobre el destino de los fondos que le corresponden a Jujuy por su tenencia accionaria. «¿Se publicarán los montos percibidos? ¿Serán reinvertidos en infraestructura eléctrica o se diluirán en el laberinto de las finanzas públicas?», cuestionan los analistas.
Desafíos y oportunidades para Edison Energía
La adquisición de EJESA y EDET no solo representa un cambio de propietarios, sino que también plantea desafíos significativos para Edison Energía. La empresa deberá demostrar su capacidad para modernizar el sistema eléctrico, especialmente en un contexto donde los antiguos dueños justificaron la venta por la falta de capacidad de reinversión.
«Si los antiguos dueños no podían modernizar el sistema eléctrico, ¿lo hará Edison Energía?», se preguntan los críticos. La empresa deberá abordar la limitada capacidad energética que enfrenta el Parque Industrial de Perico y la Zona Franca de Perico, que son esenciales para el desarrollo económico de la región.
La transparencia y el control del estado
La falta de claridad en la transacción y el futuro de la gestión energética en Jujuy ha llevado a muchos a cuestionar la transparencia del proceso. La Superintendencia de Servicios Públicos (SUSEPU) ha sido criticada por su papel en la supervisión del sector, y se espera que la Legislatura jujeña tome medidas para exigir informes sobre la venta y el cumplimiento de las normativas vigentes.
«¿Reaccionará la Legislatura jujeña exigiendo informes? ¿Se animará alguien a revisar los contratos y los marcos regulatorios?», se interrogan los ciudadanos preocupados por el futuro del servicio eléctrico. La falta de una respuesta clara del Gobierno provincial ha alimentado la desconfianza entre los usuarios, quienes ya enfrentan tarifas elevadas.
La situación tarifaria en Jujuy
Uno de los aspectos más críticos de esta transacción es el impacto que tendrá en las tarifas eléctricas. Jujuy es conocida por tener algunas de las tarifas más altas del país, y la llegada de Edison Energía podría no cambiar esta situación. «Los jujeños siguen pagando facturas descomunales, plagadas de tasas y tributos», afirman los analistas.
El Decreto Nacional 332/2022, que permite incorporar alícuotas provinciales, municipales e impositivas en la tarifa eléctrica, ha sido un punto de controversia. Con la nueva gestión, los ciudadanos se preguntan si se eliminarán estos recargos o si las tarifas seguirán siendo elevadas. «¿Bajarán las tarifas, o todo seguirá igual bajo otra bandera?», cuestionan los usuarios.
La oportunidad de redefinir el rol del estado
La venta de EJESA puede ser vista como una oportunidad para redefinir el rol del Estado en el sector energético. «Los jujeños merecen transparencia, acceso a tarifas razonables y una planificación energética que esté al servicio de la producción y el bienestar», afirman los expertos. Sin embargo, esto solo será posible si se abre el debate y se prioriza el interés público por sobre las agendas políticas.
La gestión de Edison Energía deberá ser vigilada de cerca para asegurar que cumpla con sus promesas de inversión y mejora del servicio. La comunidad espera que esta nueva etapa no solo traiga cambios en la propiedad, sino también un compromiso real con la calidad del servicio y la sostenibilidad energética.
Conclusiones
La adquisición de EJESA y EDET por parte de Edison Energía S.A. marca un hito en el sector energético argentino, con implicaciones significativas para los usuarios en Jujuy y Tucumán. La inversión de 300 millones de dólares promete mejorar la infraestructura y la eficiencia del servicio, pero también plantea preguntas sobre la transparencia, la gestión tarifaria y el papel del Estado.
Los próximos meses serán cruciales para determinar si Edison Energía podrá cumplir con sus objetivos y si los ciudadanos verán mejoras tangibles en su servicio eléctrico. La comunidad, los trabajadores y los legisladores deberán mantenerse alertas y exigir rendición de cuentas para garantizar que esta transacción beneficie a todos los jujeños y tucumanos.
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