La reciente reunión del Partido Justicialista (PJ) en su sede nacional, presidida por la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, ha puesto de manifiesto la profunda crisis que atraviesa el peronismo en Jujuy. La intención de Kirchner de “enderezar” el movimiento para frenar la dispersión provocada por el mileísmo se ha visto opacada por la explosión de la interna jujeña, donde la senadora Carolina Moisés ha decidido presentar una lista propia, desafiando la hegemonía de La Cámpora y revelando las tensiones que desgastan al partido.
La intervención del PJ Jujuy
Desde 2023, el PJ Jujuy se encuentra intervenido, una medida que refleja la incapacidad del partido para manejar sus propios asuntos. La intervención fue impulsada por el presidente Alberto Fernández, quien tomó esta decisión tras los desmanejos del entonces titular del partido, Rubén Armando Rivarola, y sus “relaciones carnales” con el gobierno provincial de Gerardo Morales. Esta intervención, lejos de ser una solución, ha exacerbado las divisiones internas y ha dejado al partido en un estado de parálisis.
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Los interventores, Gustavo Menéndez y Aníbal Fernández, han intentado imponer un orden que, en lugar de unir, ha generado más fracturas. La decisión de postergar las elecciones internas para el 16 de noviembre, argumentando la necesidad de evitar superposiciones con las legislativas, ha sido vista como una maniobra para consolidar el control de La Cámpora sobre el partido.
La Rebelión de Carolina Moisés
La senadora Carolina Moisés, quien había estado negociando la unidad del PJ jujeño, se ha convertido en una figura clave en esta crisis. Su decisión de presentar una lista propia en las elecciones legislativas provinciales y nacionales es un acto de desafío que refleja su frustración con el liderazgo de La Cámpora. Moisés, quien ha ganado dos internas en los últimos años, considera que le corresponde liderar el PJ Jujuy, pero se ha encontrado con la resistencia de Máximo Kirchner, quien ha bloqueado su ascenso en favor de Leila Chaher, una figura de La Cámpora.
La propuesta de una presidencia rotativa, que habría permitido a Moisés liderar el partido durante los primeros dos años, fue rechazada, lo que evidencia la falta de voluntad de La Cámpora para ceder poder. Este rechazo ha llevado a Moisés a buscar alternativas, incluyendo la posibilidad de formar un nuevo bloque dentro del interbloque peronista, lo que podría fragmentar aún más al partido.
Declaraciones de Rubén Rivarola
En medio de esta crisis, Rubén Armando Rivarola, ex presidente del PJ Jujuy y peón de Cristina Fernández de Kirchner en la provincia, ha expresado «su preocupación» por la situación del partido intervenido por su vinculo político con Gerardo Morales. Rivarola ha declarado: “Desde hoy tenemos que trabajar todos los peronistas para poder darle una alternativa a los problemas de la gente”. Su llamado a la unidad resuena en un contexto donde la fragmentación parece ser la norma.
Respecto a la decisión de posponer las internas, Rivarola ha afirmado: “Es lo mismo, si no iba a ser ahora, iba a ser en mayo. Lo único que está claro es que tenemos que trabajar para escuchar a los jujeños que necesitan ayuda para solucionar los problemas urgentes”. Estas declaraciones subrayan la urgencia de abordar las necesidades de la población, en lugar de centrarse en las luchas internas del partido.
La judicialización de la política
La situación se ha vuelto aún más tensa con la decisión de Moisés de presentar una denuncia ante la justicia electoral federal de Jujuy, argumentando que la intervención ha configurado un ejercicio abusivo de las atribuciones. Este movimiento ha sido criticado por el PJ Nacional, que ha calificado las acciones de Moisés como “maniobras especuladoras” y un intento de judicializar la política. La respuesta del partido refleja la desesperación por mantener el control y evitar que la crisis interna se convierta en un escándalo público.
La Cámpora y su estrategia de control
La Cámpora, bajo el liderazgo de Cristina Kirchner, ha intentado consolidar su poder en el PJ a nivel nacional y provincial. Sin embargo, su estrategia ha sido cuestionada por figuras como Moisés, que acusan a la agrupación de negociar a espaldas de los afiliados y de no someterse al debate democrático en las urnas. Este enfoque ha llevado a un creciente descontento entre los militantes que buscan un peronismo más inclusivo y representativo.
La reciente declaración de Leila Chaher, quien ha emitido expresiones violentas contra Moisés y su grupo, es un reflejo de la polarización que se vive dentro del partido. Chaher, apoyada por La Cámpora, ha manifestado que “lo importante es la elección de mayo” y que está “trabajando con el peronismo de Jujuy para llegar con solidez a las elecciones y ser alternativa después de una década de radicalismo”. Sin embargo, su retórica ha sido criticada por Moisés, quien sostiene que La Cámpora busca monopolizar el control del PJ en la provincia.
La Batalla entre CFK y Axel Kicillof
La lucha por el control del PJ en Jujuy no se limita a la disputa entre Moisés y Chaher; también se enmarca en un contexto más amplio de rivalidades dentro del peronismo nacional, donde la batalla entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof se ha vuelto evidente. En Jujuy, la unidad se ha vuelto cuesta arriba, y la intervención del partido ha sido prorrogada en medio de esta lucha de poder.
Moisés ha manifestado su deseo de ser presidente del PJ de Jujuy, mientras que Chaher también aspira a ese cargo. Esta competencia ha llevado a una situación en la que la unidad se ha negociado durante más de un año, pero sin resultados concretos. Los interventores, Menéndez y Fernández, han garantizado que las alianzas provinciales se negocien bajo la dirección del kirchnerismo, lo que ha generado aún más tensiones.
La Impugnación de Moisés
La senadora Moisés ha impugnado la decisión de posponer las internas, argumentando que esta medida configura un ejercicio abusivo de las atribuciones de la intervención partidaria. Su denuncia ha quedado en manos del juez Esteban Hansen, quien ya ha estado involucrado en decisiones polémicas en el pasado. La judicialización de la política en este contexto refleja la desesperación de Moisés por mantener su relevancia y su lucha por un peronismo que no esté dominado por La Cámpora.
Moisés ha mantenido encuentros con Cristina Kirchner, donde inicialmente parecía que se podría alcanzar un acuerdo de unidad. Sin embargo, en su segundo encuentro, percibió que Kirchner estaba respaldando a Chaher, lo que la llevó a tomar una postura más firme y a considerar la posibilidad de una ruptura definitiva.
La Fragmentación del Peronismo
La situación actual del PJ en Jujuy es un reflejo de la fragmentación que afecta al peronismo a nivel nacional. La lucha entre las distintas facciones, la intervención y la falta de unidad están llevando al partido a una situación crítica. La decisión de Carolina Moisés de presentar una lista propia y su denuncia ante la justicia electoral son indicativos de un descontento profundo que no puede ser ignorado.
La mirada del kirchnerismo es que el PJ de Jujuy está roto desde hace mucho tiempo y que cada paso que se da solo atomiza más al partido. La aspiración del PJ frente a los comicios de mayo tiene expectativas bajas: que la derrota no sea contundente y que la fragmentación se note lo menos posible. En este contexto, la figura de Rivarola, quien ha llamado a la unidad, se vuelve crucial, aunque su influencia parece limitada ante la polarización existente.
Síntesis de la crisis del peronismo
La crisis del peronismo en Jujuy es un reflejo de las tensiones que enfrenta el partido a nivel nacional. La lucha entre las distintas facciones, la intervención y la falta de unidad están llevando al partido a una situación crítica. La decisión de Carolina Moisés de presentar una lista propia y su denuncia ante la justicia son indicativos de un descontento profundo que no puede ser ignorado.
El futuro del peronismo dependerá de su capacidad para adaptarse y responder a las necesidades de la población. La construcción de un nuevo peronismo, que sea inclusivo y que represente verdaderamente a los ciudadanos, es esencial para recuperar la confianza y la relevancia política en Jujuy y en el país. Sin un cambio significativo en su enfoque, el peronismo corre el riesgo de convertirse en una fuerza irrelevante en el panorama político argentino.
Reflexiones Finales
La situación del PJ en Jujuy es un microcosmos de los desafíos más amplios que enfrenta el peronismo en Argentina. La lucha por el poder entre las distintas facciones, la intervención y la falta de unidad son síntomas de una crisis que no solo afecta a la estructura del partido, sino que también pone en riesgo su capacidad para representar a los ciudadanos. La falta de un liderazgo claro y la incapacidad para resolver las diferencias internas han llevado a una fragmentación que podría resultar fatal en el contexto electoral.
La figura de Carolina Moisés se ha convertido en un símbolo de resistencia frente a la hegemonía de La Cámpora, pero su camino hacia la consolidación de un nuevo liderazgo dentro del peronismo está lleno de obstáculos. La judicialización de la política y la impugnación de decisiones internas son tácticas que, aunque pueden ofrecer soluciones a corto plazo, también pueden profundizar la crisis y alejar aún más a los votantes.
Por otro lado, las declaraciones de Rubén Rivarola resaltan la necesidad urgente de que todos los peronistas trabajen juntos para ofrecer soluciones a los problemas de la gente. Sin embargo, la realidad es que la lucha por el poder y el control del partido ha eclipsado estas preocupaciones fundamentales. La falta de un enfoque centrado en las necesidades de la población podría llevar a que el peronismo pierda su relevancia en un contexto político cada vez más competitivo.
A medida que se acercan las elecciones, el PJ de Jujuy se enfrenta a un dilema crucial: ¿podrá superar sus divisiones internas y presentarse como una alternativa viable para los jujeños, o se verá condenado a la irrelevancia en un panorama político que avanza rápidamente hacia nuevas alianzas y coaliciones? La respuesta a esta pregunta determinará no solo el futuro del peronismo en Jujuy, sino también su lugar en la política argentina en su conjunto.
La necesidad de un nuevo peronismo, que sea inclusivo y que represente verdaderamente a los ciudadanos, es más relevante que nunca. Sin un cambio significativo en su enfoque, el peronismo corre el riesgo de convertirse en una fuerza irrelevante en el panorama político argentino, dejando a los jujeños sin una representación adecuada en un momento crítico para la provincia y el país.
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