La provincia de Jujuy, que recibió más de 157.000 turistas durante las vacaciones de invierno de 2025 y posicionó al turismo como el 7% de su PBI, enfrenta ahora una crisis sin precedentes: a partir de enero de 2026 quedará sin las estadísticas oficiales que durante más de dos décadas le permitieron planificar y medir el desempeño de su sector más dinámico.
La decisión del secretario de Turismo, Ambiente y Deportes de la Nación, Daniel Scioli, de retirar el financiamiento de aproximadamente $570 millones al Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) para la realización de la Encuesta de Turismo Internacional (ETI) y la Encuesta de Ocupación Hotelera (EOH) pone fin a un convenio histórico y sumerge al sector en una incertidumbre que afecta directamente a provincias como Jujuy, altamente dependientes de estos datos para su gestión turística.
El ministro de Cultura y Turismo de Jujuy, Federico Posadas, quien ha participado activamente en las asambleas del Consejo Federal de Turismo (CFT), ahora enfrenta el desafío de continuar la planificación del sector sin el respaldo de las mediciones que históricamente han guiado las políticas públicas provinciales. La provincia, que logró pasar de recibir 900.000 turistas en 2015 a más de 1,5 millones en 2022 y que generó entre 20.000 y 25.000 puestos de trabajo en el sector según declaraciones del propio Posadas, necesita de estos datos para sostener su crecimiento.
El origen del conflicto nacional con impacto provincial

La ruptura entre la Secretaría de Turismo y el INDEC, dirigido por Marco Lavagna, se produjo tras la publicación de cifras que mostraban un panorama desfavorable para el sector a nivel nacional. Según reportó La Política Online, en octubre de 2025 el flujo de turistas internacionales que ingresaron al país bajó 5,9%, mientras que la salida de argentinos al exterior creció 10,8%, generando un déficit de USD 365 millones.
Desde la Secretaría de Turismo, según informó Ladevi, se argumenta que «las cifras no reflejan la realidad» y que la metodología del INDEC subestima el impacto económico real del turismo. El punto central del conflicto radica en el gasto diario promedio de los turistas extranjeros, que según el organismo oficial se ubicaba en USD 88 por persona en octubre de 2025, con cifras menores para mercados clave como Chile (USD 65,4) y Europa (USD 79,6).
Sin embargo, el INDEC defendió su metodología. Fuentes del organismo citadas por InfoMerlo explicaron: «El turismo incluye al mochilero y al familiar que visita a un pariente sin gastar un peso. Por eso mostramos todo de forma desagregada». Además, desde el Instituto remarcaron que «no vamos a inventar una metodología a medida», subrayando que sus procedimientos están alineados con estándares internacionales y cuentan con más de 20 años de continuidad.
La preocupación del Consejo Federal de Turismo

La decisión de Scioli generó reacciones encontradas en el Consejo Federal de Turismo, organismo del cual Jujuy es parte activa. Según reportes de medios especializados, funcionarios provinciales manifestaron su inquietud por la pérdida de la serie histórica de datos, esencial para la comparación y planificación a largo plazo.
Nelson Bravo, subsecretario de Turismo de Santiago del Estero, solicitó formalmente que el CFT abordara la relación con el INDEC, defendiendo su rol como instituto técnico independiente y advirtiendo que su pérdida puede derivar en «confusión, disonancia de criterios y manipulación conveniente de los números».
Por su parte, Alejandra Eliciri, ministra de Turismo de Corrientes, y Soledad Martínez, subsecretaria de Turismo de la Provincia de Buenos Aires, expresaron críticas similares respecto a la confiabilidad de las distintas fuentes de datos turísticos, incluyendo las mediciones de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), cuyas cifras tampoco coinciden con los registros provinciales.
Valentín Díaz Gilligan, presidente del CFT, sintetizó la preocupación general al afirmar que esta multiplicidad de datos contradictorios provoca que «el sector pierda credibilidad».
El impacto específico en Jujuy

Para Jujuy, la pérdida de estas estadísticas oficiales representa un golpe significativo en un momento de franco crecimiento. La provincia, que durante las vacaciones de invierno 2025 registró una ocupación hotelera promedio del 73%, con picos del 80% en la Quebrada y 70% en los Valles según los datos oficiales que publicó Todo Jujuy, depende de estos datos para:
- Planificar la conectividad aérea, tema que el ministro Posadas ha defendido activamente en las asambleas del CFT
- Medir el impacto de inversiones como el Tren Solar de la Quebrada y la Ruta del Vino de Altura
- Cuantificar el turismo nacional (83,3%) versus el internacional (16,7%)
- Evaluar la efectividad de las políticas del Ente Norte Argentino, organismo regional del que Jujuy forma parte junto a otras provincias del NOA
La Dirección Provincial de Estadística y Censos de Jujuy (DiPEC), que trabaja en coordinación con el INDEC, también verá afectada su capacidad de producir información consolidada y comparable con el nivel nacional.
¿Qué sigue? El futuro incierto de las mediciones

Según informó Ámbito, el INDEC busca ahora «acuerdos con provincias» para mantener la periodicidad y calidad de las mediciones con un esquema reducido de relevamiento. Sin embargo, esto implicará una muestra significativamente menor y recursos limitados.
Mientras tanto, la Secretaría de Turismo impulsa la creación de un nuevo sistema estadístico liderado por la Cámara Argentina de Turismo (CAT), que contrataría a una consultora privada con financiamiento oficial. Este modelo, sin embargo, genera interrogantes sobre conflictos de interés y la independencia de los datos, al ser una cámara sectorial la encargada de supervisar sus propias métricas de desempeño.
Para provincias como Jujuy, que han construido su planificación turística sobre la base de datos oficiales consistentes, la transición hacia un sistema fragmentado y de origen privado representa un desafío mayúsculo. Como advirtió una fuente del INDEC citada por Perfil: «Te quedás trabajando a ciegas».
La provincia enfrenta ahora la paradoja de estar en pleno crecimiento turístico pero sin el termómetro oficial que le permita medir ese crecimiento de manera confiable y comparable. En un sector donde las decisiones de inversión, las políticas públicas y la competitividad regional dependen de datos precisos, la ausencia de estadísticas oficiales confiables puede significar la diferencia entre el desarrollo sostenible y la improvisación.

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