El factor humano cobra relevancia ante el creciente avance de la tecnología en las empresas. Comunicación efectiva, adaptación al cambio, eficiencia, empatía, trabajo en equipo y más. Qué priorizan los reclutadores a la hora de elegir entre diversos perfiles y la importancia de conformar equipos integrales.
Las habilidades blandas, también conocidas como habilidades interpersonales, son cada vez más importantes en los nuevos esquemas de trabajo. Además de complementar a los conocimientos técnicos, son fundamentales para el éxito en el entorno laboral actual y pueden marcar la diferencia en la calidad de las interacciones y la capacidad de adaptación en el ámbito de trabajo.
Formar equipos de trabajo con perfiles diversos que se complementen entre sí, tanto por sus habilidades técnicas como interpersonales, con diferentes experiencias y perspectivas, permite que el equipo aborde los desafíos desde diferentes ángulos y encuentre soluciones más innovadoras y efectivas. Al combinar distintas fortalezas, los integrantes pueden complementarse y superar las limitaciones individuales.
“Para conformar equipos integrales, es importante que los líderes de Recursos Humanos busquemos perfiles con habilidades y fortalezas complementarias. Esto implica evaluar los conocimientos técnicos necesarios para realizar el trabajo, pero también buscar capacidades blandas que promuevan la colaboración, la comunicación efectiva y el equilibrio dentro del equipo. Diversificar las perspectivas dentro de un equipo puede conducir a una mayor creatividad, resolución de problemas y rendimiento general”, asegura Romina Diepa, Líder de Recursos Humanos de WeWork en Argentina y Chile.
En el contexto actual, donde la Inteligencia Artificial tiene un impacto cada vez mayor, la inteligencia emocional adquiere un valor significativo en el entorno empresarial. En este sentido, características como la capacidad de diálogo juegan un papel crucial y diferencian a los profesionales, aumentando su empleabilidad. Incluso perfiles más tecnológicos, que tradicionalmente destacaban exclusivamente por aspectos técnicos, ahora requieren de un enfoque más híbrido que incluya habilidades relacionadas con la interacción humana. Esta combinación de capacidades técnicas y emocionales permite a los profesionales adaptarse mejor a los desafíos actuales y destacarse en un entorno laboral cada vez más exigente.
“En la actualidad, las estrategias de Recursos Humanos están enfocadas en implementar planes de upskilling para los colaboradores. Esto implica no solo promover el desarrollo de habilidades técnicas, sino también impulsar aquellas relacionadas con la Inteligencia Emocional. Las organizaciones y las personas tienen la oportunidad de considerar el aprendizaje como un puente que conecta la empleabilidad actual con la futura. Los perfiles híbridos que poseen un alto nivel de conocimiento tecnológico, combinado con habilidades vinculadas a la Inteligencia Emocional, serán los más capaces de adaptarse a los desafíos del mundo laboral en constante evolución” concluye Diepa.
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