En el estadio Mané Garrincha en Brasilia el conjunto Argentino brindó un despliegue de alto vuelo y supo sobrellevar el resultado a su favor, el único gol fue convertido a los 13′ de la primer etapa por Guido Rodríguez, luego de una asistencia de Messi a la carrera
Con la ausencia de Leo Paredes a raíz de un dolor en las zona de las costillas que arrastraba desde el duelo ante Colombia por eliminatorias, los pupilos de Lionel Scaloni salían al terreno de juego sin su eje central en su columna vertebral.
Sin embargo su sustituto, el flamante volante del Betis de España cumplió de manera correcta en el centro del mediocampo argentino y hasta se dio el lujo de convertir.
De esta manera, en lo que se preveía sería un apasionante encuentro debido a la magnitud de los intérpretes; Argentina y Uruguay no defraudaron y reflejaron una disputa de garra, velocidad y precisión.
Trás la temprana ventaja del cuadro ‘albilceleste’, el equipo del maestro Óscar Washington Tabárez estuvo indeciso con las intenciones de juego, puesto que Rodrigo Betancur y Federico Valverde no encajaban en sus respectivas posiciones y sus dos artilleros Luis Suárez y Edinson Cavani no se sentían cómodos a la hora de recibir un balón que los dejé de cara a ‘Dibu’ Martínez.
Mientras tanto Argentina, cómodo con el resultado y sereno para ordenarse defensivamente tuvo puntos altísimos que sin dudas lo ilusionan aún más conforme a una idea de juego fija.
Emiliano Martínez el guardameta del Aston Villa de Inglaterra, no solo se ganó la titularidad y la aprobación de su DT si no también la seguridad que muestran sus guantes les prometió confianza a sus compañeros.
Por otro lado sus dos laterales Marcos Acuña y Nahuel Molina estuvieron a la altura y explotaron ofensivamente, siendo oxígeno del equipo con idas y vueltas que le permitieron a su plantilla tener mayores alternativas a la hora de ingresar por el centro con pelota dominada.
Además otra vez la dupla de centrales conformada por Nicolás Otamendi y Cristian Romero fue inquebrantable en el uno contra uno y el anticipo.
Rodrigo de Paul mientras tanto, fue el mejor amigo de Lionel Messi en la fabricación de jugadas y la ausencia de Paredes lo volvió a situar en su esencia habitual de gestar con velocidad y creatividad en favor de su equipo.
En la delantera Nico González fue nuevamente un todo terreno que no vaciló en ningún momento pese al temperamento de los integrantes ‘charruas’, colaboró en defensa y sus sancadas por la banda izquierda fueron otra vez determinantes para inquietar la defensa uruguaya.
Después, más allá del punto alto en lo colectivo de Argentina, Lionel Messi desplegó una faceta distinta, con genialidades, asistencias, solvencia en sus pases y sobre todo se lo vió más que motivado en todo el lapso del partido y no dio ningún pelota por perdida.
Así, el clásico del Río de la Plata tuvo un justo ganador, Argentina, que lentamente se va consolidando como grupo y se acomoda junto a Chile en lo más alto con 4 unidades.
Su próximo compromiso será el día Lunes frente a Paraguay en la tercera fecha del certamen.
Resumen de las jugadas
